Oración: Estar con Jesucristo, nuestro Dios

El objetivo de esta oración, dentro del Taller de Oración es tener la posibilidad de «encontrarnos» con Jesús, practicando los tres modos de orar: oración vocal, meditación y contemplación.

Oración vocal

Después de invocar al ESPÍRITU SANTO. El animador de la oración intenta motivar y aclarar el significado de esta oración. De una manera concreta nos introduce en la oración vocal: la repetición frecuente de una breve oración o canon que se hace oración.

Elegimos una frase del Padre nuestro (también se podría elegir de algún salmo, de oraciones conocidas…) que queremos orar vocalmente:

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
(también podemos cantarla)

El animador la repite varias veces dejando espacios de silencio. Después hace repetir lentamente la frase todos juntos, varias veces. Una vez conseguido que todos juntos oremos a una misma voz, invita a decirla a cada uno de los que están presentes…

Meditación

La oración vocal nos ha podido ayudar a ponernos en disposición o deseo interior de querer estar con JESUCRISTO, NUESTRO DIOS.

A continuación introduce un texto para meditar, para degustar una lectura que nos haga querer más estar con El:

Padre santo,
tú que me has llamado al desierto
para hablarme al corazón,
tú, contra quien he luchado y me has vencido,
haz que, renunciando a mis coartadas
y a mis defensas,
tenga por fin el valor
de dejarme amar por ti,
de dejarme contemplar por tu mirada
penetrante y creadora.
Ven a mi con el fuego de tu Espíritu Santo.
Configúrame con tu Hijo Jesucristo,
en los misterios de su historia
de encarnación muerte y resurrección.
Que me lleve a la frescura de las fuentes
donde descanse mi cansancio y mi dolor
que tu Espíritu sea deseo en mi,
consuelo y santa inquietud
entonces el Espíritu inundará
la paciencia activa de mi oración
como inundó un día la escucha acogedora
de la Virgen Madre María.
Entonces sabré que estoy en ti
y tu estás en mi con tu Hijo.
Amén ¡Aleluya!

Uno de los participantes lo lee, despacio y con claridad.

Se deja un espacio de silencio para gustarlo. meditarlo. De fondo se pueden tocar arpegios de guitarra u otra música suave.

Interiormente se puede repasar cada frase para repasar sobre su significado y que penetre más en nosotros.

Contemplación

Si la oración se realiza en una capilla donde está el sagrario con la presencia de Jesús sacramentado, el animador puede invitar en esta última parte de la oración, a mirar hacia el sagrario y así ser más conscientes de la presencia de Jesús en medio del grupo.

Se puede cantar el canon EL MIRAR DE DIOS ES AMAR, o algún otro canto repetitivo, por ejemplo de Taizé.

Termina la oración con un canto a María como mujer orante, que meditó la Palabra de Dios y supo contemplar el misterio de Dios en su vida.