40. Jesucristo sumo sacerdote

El bloque central de la carta a los Hebreos reflexiona sobre el papel de Jesucristo como sumo sacerdote.

El sacerdocio antiguo

El sacerdocio antiguo hacía referencia a la intermediación entre el ser humano y Dios, basada por lo general en los sacrificios. El sacerdote ejercía la responsabilidad social de la relación con Dios.

Ante la lejanía de la realidad humana frente a Dios, era necesaria una persona que separada y diferenciada del resto se dedicara a esa tarea de intermediación mediante una consagración.

Estos conceptos son totalmente ajenos a la mentalidad cristiana, como puede apreciarse en las cartas de Pablo o en la lectura de los Hechos de los Apóstoles.

Si Jesucristo es Dios que se ha hecho hombre la separación entre Dios y la humanidad se ha roto y ya no es necesario el papel de intermediario dedicado y separado del resto de pueblo.

Hablando desde una visión moderna, el magisterio de la Iglesia nos insiste en las responsabilidad y ministerio como sacerdotes de todos los miembros de la iglesia.

Jesús y el sacerdocio antiguo

En el propio evangelio encontramos cuestiones planteadas sobre la figura de Jesús, pero en ningún caso se designa a Jesús como sacerdote. Jesús no era un sacerdote según la ley judía, encontrándose muy alejado de esa realidad y su significado.

El ministerio de Jesús no tiene ninguna relación con la función de los sacerdotes judíos. Su actividad sí tiene que ver con la de los profetas. Los profetas anunciaban la Palabra y la intervención de Dios. Los profetas se rebelaban contra los formalismos y los ritos vacíos.

Esta carta a los hebreos reflexiona sobre si a pesar de que el ministerio de Jesús había sido contrario al sacerdocio antiguo, su muerte sí ejerció una ofrenda sacerdotal.

La condena injusta de Jesús se convierte en en un acto de misericordia llevada al extremo.

Jesucristo sumo sacerdote

El texto de Hebreos es el resultado de realizar un análisis del culto «antiguo» a partir de los textos del antiguo testamento. Este análisis lleva al autor a descubrir un proyecto de fondo que considera válido pero insuficiente debido a la incapacidad humana.

Por otro lado profundiza en el misterio de Cristo encuentra que su misión ha asumido el proyecto del sacerdocio y lo ha llevado a buen fin.

Según este planteamiento Jesucristo es por tanto tanto la victima ofrecida en sacrificio como el sumo sacerdote encargado de realizarlo.

Nuestra sesión de lectura

Vamos a completar la carta a los Hebreos leyendo los últimos capítulos: Heb 6 – 13.

Para profundizar y compartir

¿Qué impresión te produce hoy en día la argumentación respecto al papel de Jesucristo como sumo sacerdote?

Los últimos capítulos plantean el comportamiento que conlleva la fe en Jesucristo en la vida cotidiana. ¿Es posible llevar a la vida cotidiana esta realidad?

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