El Espíritu Santo en la Biblia: frases y citas que nos hablan de él
En la Biblia encontramos más fácil y conocemos mejor la figura de Jesús y la de Dios Padre que del Espíritu Santo. Sin embargo son muchos las frases de la Biblia donde aparece el Espíritu Santo.
Conocemos los relatos de Jesús y sabemos de su realidad histórica. También estamos acostumbrados a un Dios Padre humanizado, en el Antiguo Testamento o en el arte, pero del Espíritu Santo sabemos poco y cuando se representa lo hacemos a través de símbolos como el agua, el viento, la paloma. Nos parece algo más etéreo y misterioso y por lo tanto se nos asemeja a algo que no podemos imaginar.
¿Qué dice la Biblia del Espíritu Santo? Vamos a ver los textos y citas donde es protagonista de forma que podamos conocerlo mejor. Si nos acercamos a las frases que nos hablan del Espíritu Santo podremos ver que está más cercano de lo que pensábamos.
Además de en este artículos puedes encontrar muchas más citas en el material sobre los dones del Espíritu Santo.
Índice de la página:
Comenzamos por el principio… de la Iglesia
Cuando hablamos del Espíritu Santo nos acordamos principalmente de la lectura de los Hechos de los Apóstoles que se lee en Pentecostés. El Espíritu desciende sobre los discípulos reunidos, gracias a él vencen el miedo que les hacía estar encerrados y salen a contar las maravillas de Dios.
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento huracanado, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer una lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
Hechos de los Apóstoles 2, 1-4
Comenzamos por el principio… de la biblia
No sólo en el Nuevo Testamento aparecen textos con la figura del Espíritu, sino que ya en el Antiguo Testamento nos aparecen multitud de frases que nos hablan de ese espíritu que viene de Dios.
Citas del Espíritu Santo como aliento de Dios al comienzo de la Biblia
La palabra Espíritu viene del hebreo “ruah” que significa “aire en movimiento”, “aliento”, “viento.”
Respecto de Dios ruah se traduce en las Biblias como el viento o aliento que parte de Dios.
En el génesis cuando nos narran la creación utilizan ese aliento de Dios como algo que crea, que da vida, como ejemplo podemos citar algunos versículos:
Y el viento de Dios se cernía sobre las aguas
Génesis 1, 2
Dios hizo soplar el viento sobre la tierra y bajaron las aguas.
Génesis 8, 1
En el relato de la creación del Hombre, el mismo Espíritu (aliento de Dios), es quien da la vida al ser humano:
Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, soplo en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.
Génesis 2, 7-8
En los salmos encontramos muchas otras alusiones al Espíritu Santo como la Palabra de Dios o su aliento como forma de realizar acciones:
Por la palabra del Señor se hizo el cielo, por el aliento de su boca sus ejércitos.
Salmo 33 , 6
Envías tu aliento y los recreas y renuevas la faz de la tierra.
Salmo 104, 30
El Espíritu Santo presente en la historia de Israel
La biblia nos dice en muchos textos que los diferentes protagonistas de la historia de Israel fueron guiados por el Espíritu Santo:
Samuel dijo a Saul: al llegar al pueblo te toparás con un grupo de profetas que baja del altozano en danza frenética, detrás de una banda de arpas y cítaras, panderos y flautas. Te invadirá el Espíritu del Señor, te convertirás en otro hombre y te mezclarás en su danza. Cuando te sucedan estas señales, hala, haz lo que se te ofrezca, que Dios está contigo.
1 Samuel 10, 5 –6
En aquel momento invadió a David el Espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante
1 Samuel 16 , 13
Isaías recordando la historia de Israel destaca el papel del Espíritu Santo como quien presta auxilio y ofrece descanso:
El Espíritu del Señor los llevó al descanso: así condujiste a tu pueblo ganándote renombre glorioso.
Isaías 63, 14
Crea en mí, Dios, un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro ni me quites tu santo espíritu.
Salmo 51, 12-13
Entonces me dijo: —Conjura al aliento, conjura, hijo de Adán, diciéndole al aliento: Esto dice el Señor: Ven, aliento, desde los cuatro vientos y sopla en estos cadáveres para que revivan. Pronuncié el conjuro que se me había mandado. Penetró en ellos el aliento, revivieron y se pusieron en pie: era una muchedumbre inmensa. Entonces me dijo: —Hijo de Adán, esos huesos son toda la Casa de Israel. Ahí los tienes diciendo: Nuestros huesos están calcinados, nuestra esperanza se ha desvanecido; estamos perdidos. Por eso profetiza diciéndoles: Esto dice el Señor: Yo voy a abrir vuestros sepulcros, os voy a sacar de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os voy a llevar a la tierra de Israel.
Ezequiel 37, 9-12
Los profetas prometen el Espíritu
Dios siempre ha estado presente en la vida del hombre en todas sus situaciones, y se nos ha hecho presente en momentos en que ha habido dificultades, cuando el desánimo estaba presente. Vamos a ver algunos versículos de la biblia donde se hace explícita esa presencia del Espíritu Santo.
Cuando el profeta Isaías (capítulo 11) nos anuncia la llegada del Mesías, el Salvador esperado, también cuentao que sobre él se derramarán todos los dones de su espíritu:
Se posará sobre él el espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, el espíritu de conocimiento y temor del Señor.
Isaías 11, 2
La buena noticia que también se nos anuncia es que todos y cada uno de nosotros vamos a recibir el espíritu de Dios, se nos promete que no es algo exclusivo de unos pocos sino que es para todos.
Y tras esto ocurrirá que derramaré mi espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos tendrán sueños, vuestros jóvenes verán visiones; en aquellos días derramaré mi espíritu incluso sobre siervos y siervas.
Joel 3, 1-3
Os rociaré con un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que cumpláis mis mandatos poniéndolos por obra.
Ezequiel 36, 25-27
Infundiré mi espíritu en vosotros para que reviváis, os estableceré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago
Ezequiel 37, 14
El Espíritu Santo anunciado por Jesús
Con el nacimiento de Jesús se cumplen todas esas promesas que nos habían anunciado las Escrituras. Es en el Bautismo de Jesús cuando se alcanza la plenitud de ese espíritu. Nosotros también hemos recibido ese mismo espíritu desde el momento en que hemos sido bautizados.
Pero para poder recibirlo era necesario que Jesús muriera tal y como nos anuncia:
Os conviene que yo me vaya, si no me voy, no vendrá a vosotros el Valedor; si me voy, os lo enviaré.
Juan 16, 1 –15
Jesús nos promete que no nos va a dejar solos, aunque físicamente ya no esté, sí estará presente en nuestras vidas para siempre:
Le pediré al Padre y os enviará otro Paráclito (consolador), para que se quede con vosotros siempre; es el Espíritu de la verdad, el mismo que el mundo no pude recibir, porque ni lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis porque se queda con vosotros y está en vosotros.
Juan 14, 16-17
Esta es la gran esperanza.
El Valedor, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os dije.
Juan 14, 26
El Espíritu Santo animador de la Iglesia
Son muchos los ejemplos que tenemos en toda la biblia en los que vemos como el papel del Espíritu Santo es decisivo.
Algunos otros ejemplos de textos o frases del Espíritu Santo en la Biblia en la que se muestra su papel en la Iglesia:
Nosotros hemos recibido no el espíritu del mundo, sino el Espíritu de Dios, que nos hace comprender los dones que Dios nos ha dado.
Primera Corintios 2, 12
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Primera Corintios 3, 16
Existen carismas diversos, pero un mismo Espíritu; existen ministerios diversos, pero un mismo Señor; hay actividades diversas, pero un mismo Dios que ejecuta todo en todos. A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común.
Primera Corintios 12, 4-7
Todos nosotros, judíos o griegos, esclavos o libres, nos hemos bautizado en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo, y hemos absorbido un solo Espíritu.
Primera Corintios 12, 13
El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio. Contra eso no hay ley que valga, los que son del Mesías [Jesús] han crucificado el instinto con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, sigamos al Espíritu; no seamos vanidosos, provocadores, envidiosos.
Gálatas 5, 22-26
Otras citas
Puedes consultar otros textos del Espíritu Santo en la que aparecen más citas del Nuevo Testamento.
Reflexión. Trabajo en grupo.
El trabajo propuesto consiste en la lectura de los textos propuestos, personalmente o en grupos.
Para comentar vamos a volver a fijarnos en el primero:
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento huracanado, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer una lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
Hechos de los Apóstoles 2, 1-4
Nosotros también como aquellos primeros discípulos tenemos miedo de muchas cosas y estamos “escondidos” ante la realidad de muchas de las situaciones que vivimos todos los días.
Sin embargo, sabemos que como los discípulos, ya estamos llenos de ese Espíritu Santo:
- ¿Somos conscientes de lo que hemos recibido? ¿Cómo lo estamos empleando?
- ¿Qué debemos cambiar para ser personas de espíritu?
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