41. Carta de Santiago: la fe y las obras

La carta del apóstol Santiago del Nuevo Testamento nos propone un nuevo punto de vista, la relación entre la fe y las obras.

Dentro de las conocidas como cartas apostólicas (todas aquellas que no están relacionadas con San Pablo), tenemos el texto de la carta de Santiago.

Este texto ¿se trata realmente de una carta?

Más que una verdadera carta, al leerla enseguida podemos darnos cuenta de que se trata de un sermón.

El comienzo no menciona directamente ningún destinatario, sino que hace referencia a las 12 tribus, por lo que podemos considerar que está dirigido a toda la Iglesia.

Además el texto tiene más aspecto de homilía o sermón. «Escuchad, hermanos míos queridos…» (Sant 2,5)

Quién es el autor de esta carta

La carta fue atribuida tradicionalmente a Santiago «hermano del Señor». El autor se identifica como Santiago pero no parece ser la misma persona que se identifica como hermano de Jesús en los Hechos de los Apóstoles.

Fue escrita por un cristiano de origen judío y es uno de los textos en los que las tradiciones judías todavía conviven con el seguimiento de Jesucristo.

Está escrita a finales del siglo I o comienzos del II.

A quién se dirige la carta de Santiago

La carta no tiene unos destinatarios directos, sino toda la Iglesia. La alusión a las 12 tribus, con las que tradicionalmente se designaba a todo el pueblo de Israel es en el contexto cristiano, representación de toda la Iglesia.

En la carta se tratan una serie de problemas que estaban presentándose en algunas comunidades.

Características principales

Las principales características que pueden destacarse de la carta de Santiago son:

  • Escrita a finales del siglo I o principios del II por un autor de origen judío
  • Es uno de los textos originado en un entorno de convivencia entre el cristianismo y las tradiciones judías
  • Ataca una serie de problemas que se están produciendo en algunas iglesias, como la preferencia por los miembros más ricos y el descuido de los pobres
  • Propone como solución un vuelta a los principio de origen judío para entender la religión como un servicio a los necesitados y relacionar la fe y las obras.

Resumen de la carta de Santiago

El tema principal de la carta es la crítica a las desviaciones que se estaban produciendo en algunas iglesias:

  • Preferencia en el trato a los ricos, que oprimen a los pobres
  • Prioridad de una fe abstracta frente a las buenas acciones
  • Abandono y desorganización en la enseñanza

Frente a estos problemas la carta propone retomar una serie de principios de origen judío:

  • Reforzar una creencia monoteísta
  • Importancia de la ley y la práctica del amor. Sin las obras la fe está muerta

Respecto a Jesús:

  • No se acentúa demasiado su divinidad
  • Se le presenta como un promotor de la ética más alta posible en la línea del mensaje evangélico como puede ser el sermón de la montaña.

La fe y las obras. Sin la obras, la fe está muerta.

La carta de Santiago recuerda la importancia de la Ley, al contrario que las cartas de Pablo que insistían en la salvación obtenida por la fe.

Considera que existe un «mandamiento real», amar al prójimo como a uno mismo. Sin el actuar, sin las obras de la Ley, la fe está muerta (Sant 2, 14 – 16)

Para la carta, no se trata de creer que Cristo es el Mesías, sino de tener la misma fe que el Mesías. No se trata de confesar la divinidad de Jesús, sino de actuar como él actuaba.

El mensaje de Santiago trata de aunar la tradición paulina, interpretando a Jesucristo como aquel que abre a sus seguidores un camino de fe plena.

Para reflexionar y compartir

Con frecuencia se compara el mensaje de esta carta con cartas de San Pablo como Gálatas o 1 Corintios. ¿Qué encuentras al hacer estas comparaciones?

El mensaje de la carta ataca muy duramente una práctica religiosa que se separa de la relación con los demás, que no se lleva a la vida. ¿Qué consecuencias destaca la carta que debe tener la fe sobre el actuar? ¿Cuáles crees tú que deben ser?

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